El viernes 15 de marzo del corriente año la Federación Gráfica junto a la Corriente Federal y gremios de las CTA participaron del 1er Encuentro Federal Intersindical de Derechos Humanos en el Espacio para la Memoria, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, ex ESMA realizado en el edificio de la sede de Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido.
Un grupo de compañeros y compañeras de los distintos gremios convocantes leyeron el Documento de la Intersindical titulado «Lxs 30.000 compañerxs desaparecidxs son parte de la historia del movimiento obrero».
Se realizaron distintas comisiones de trabajo durante la jornada: Memoria, Verdad y Justicia; Precarización laboral; Contexto internacional y movimiento obrero; Persecución y deslegitimación de líderes y trabajadores de organizaciones sindicales, sociales y políticas, y Represión de la protesta social y violencia institucional.
Terminando con la jornada se firmo un convenio entre H.I.J.O.S. y los sindicatos que conforman la Intersindical de D.D.H.H. Para finalizar nuestro Secretario General Héctor «Gringo» Amichetti cerro con un mensaje (transcripción a continuación).
«Es un orgullo estar en este lugar emblemático. Quiero agradecer a Hijos el espacio. Los Hijos que son nuestros hijos, porque son los hijos de los compañeros de nuestra generación, nuestros compañeros y nuestras compañeras siempre presentes. Pero sobre todo valorar el tema del espacio intersindical porque aquí se trata de construir desde las organizaciones y creo que está muy claro a lo largo de nuestra historia, que la única manera de defender integralmente los derechos humanos de las mayorías es a través de las organizaciones del pueblo, de las que muchos de nosotros llamamos Organizaciones Libres del Pueblo, y de las que en particular juegan un rol fundamental las organizaciones sindicales. No se pueden defender los derechos humanos desde la individualidad, sí desde la acción colectiva y desde la solidaridad. Por eso estamos viendo en estos tiempos cómo se busca levantar esa idea de que el progreso es individual y que el mérito es nada más que personal. Y cuál es el verdadero enemigo que ha sido enemigo en la historia y es el enemigo ahora, del proyecto que el sistema lleva adelante para el privilegio de una minoría: las organizaciones del pueblo. Ahí está la cuestión y por eso es importante este espacio en un tema central como son los derechos humanos. Veía recién en el video, un acontecimiento que ocurrió hace 100 años, enero de 1919 la Semana Trágica. Fíjense ustedes que esa semana comenzó con la policía masacrando frente a la Sociedad de Resistencia de Metalúrgicos Unidos, de la organización, porque era la organización que estaba reclamando los derechos humanos más elementales y básicos, como un salario para que una familia pueda vivir mínimamente con dignidad, o una jornada de trabajo que no superara las ocho horas; o condiciones de higiene dentro de una fábrica. Pero era la organización la que llevaba la lucha y era la organización la que había que destruir. Eso recorre toda nuestra historia. Porque en el momento que nosotros, como organizaciones sindicales, damos un vuelco en la historia de nuestra Patria, a partir de un hecho de masas revolucionario como fue el 17 de Octubre de 1945, que fue hecho con organización y por organizaciones de los trabajadores, a partir de ese momento cuando las organizaciones transforman la democracia y convierte el liberalismo en una democracia de participación, popular y las organizaciones tienen sus representantes en el gobierno, los obreros tienen sus agregados en las embajadas y se construye poder popular, es allí donde viene el odio de la oligarquía, donde vienen los bombardeos, cosa inédita. En ninguna parte del mundo hubo un bombardeo como el de junio del 55 en un país que no estuviera en guerra, donde masacraron a niños en la Plaza de Mayo . Ésa es la violencia contra los derechos elementales del pueblo y del odio contra la organización y más cuando esa organización del pueblo forma parte de un gobierno, como ocurrió en el período del 45 al 55. Creo que esta Intersindical tiene un espíritu que hay que remarcarlo permanentemente, y es la Resistencia Peronista, en la que se encuadran nuestros queridos compañeros detenidos desaparecidos. Esa Resistencia que se inició en el 55 y que el movimiento obrero, los sindicatos, en la ilegalidad o en la clandestinidad la transformaron en programa de lucha y protagonizaron históricas jornadas. Cincuenta años se cumplen este año del Rosariazo, el Tucumanazo, el Cordobazo, y quién los hizo sino los trabajadores, los estudiantes, los combatientes, que en aquel momento le dijeron a la dictadura que no iba a durar 20 años como quería hacerlo Onganía. Ese movimiento sindical que interpreta esta intersindical, que hoy se reúne por Derechos Humanos, pero que todos los días está unido en la lucha, en las calles. Estamos unidos en la intersindical de salud también. ¿Qué espíritu tiene? Tiene el espíritu del movimiento obrero con un programa de liberación, porque sólo un programa de liberación nacional y social garantiza los derechos humanos en plenitud. En nuestra consigna están los programas de La Falda, Huerta Grande, CGT de los Argentinos, los 26 puntos de aquella CGT que lideraba el compañero Saúl Ubaldini. Ésa es nuestra guía, el sindicalismo de liberación, el que junto a obreros y estudiantes, protagonizó esa heroica resistencia. ¿Y por qué vino con tanta brutalidad esa dictadura genocida? Algunos dicen, vino a terminar con la guerrilla. Nosotros teníamos en claro, porque lo habíamos aprendido de San Martín, que para terminar con una dictadura había que dar la batalla en todos los planos. Que el plano sindical solo no alcanzaba, por eso la lucha era de obreros, estudiantes y de todos los sectores populares que querían recuperar la democracia y estaban dispuestos a hacer el mayor de los sacrificios por eso. ¿Y por qué tenemos 30000 compañeros y compañeras desaparecidas? Si hubiera sido el problema de unos dirigentes no tendríamos 30000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos. El problema era la organización popular. El problema es que el pueblo tuviera su organización en cada fábrica, en cada barrio, en cada universidad. Era la organización del pueblo la que ponía en riesgo el proyecto de los privilegios, el proyecto de la oligarquía, por eso tenemos a nuestros compañeros siempre presentes en nuestras luchas. Porque hicieron ese genocidio pudieron llevar al país adonde lo llevaron. 7800 millones de dólares de deuda externa teníamos cuando dieron el golpe. 45000 millones de dólares cuando la dictadura se retiró. El Estado era fuerte, lo debilitaron. Todas las empresas del Estado para que después viniera un proceso de privatización y el Estado lo usaran ellos para su beneficio, nada más. Destruyeron la industria, 30% de los obreros industriales perdieron sus puestos de trabajo durante la dictadura. Bajaron el costo laboral, como le llaman ellos en un 20%. ¿Qué diferencia tiene eso con lo que está ocurriendo ahora? Ninguna diferencia, queridos compañeros y compañeras, porque el proyecto es el mismo y lo que molesta al proyecto es la organización del pueblo. Por eso nosotros tenemos que responder cada día con mayor organización. Organización desde abajo, desde las fábricas, desde los delegados, desde los barrios, desde las universidades. Ésa es nuestra consigna. Ésa debe ser nuestra bandera. Aquellos compañeros de la CGT de los Argentinos, de la Juventud Peronista, cuando llegaba, cuando llegaba el año 73 decían: “No nos engañemos, no alcanza con que seamos mayoría, no alcanza con ganar una elección”. Mayoría fuimos siempre y sin embargo no pudimos tener la justicia social y la libertad como nosotros queremos. No alcanza con ganar una elección. No alcanza con ser gobierno porque los poderes están ahí afuera, afuera de la democracia. Por eso hay que tener en claro, que nuestra lucha, que es de todos los días, que es en la calle, que debatimos todos los días cómo podemos sumar fuerzas, unir, que los compañeros rompan el sectarismo, porque es la lucha de todo un pueblo. Ésa lucha no es solamente por recuperar el gobierno, por ganar una elección. No nos engañemos. Hay que hacerlo, hay que prepararse para ganar la elección, pero está comprobado que la democracia, de estas características, la democracia liberal, o el demoliberalismo, como decía Perón, jamás va a garantizar los derechos humanos de las mayorías sociales. Eso sólo puede garantizarlo el pueblo organizado. Y para eso tenemos que prepararnos. Para y por supuesto, generar un gran frente que gane la elección. Un frente patriótico como se está hablando ahora, pero para que ese frente tenga a las organizaciones del pueblo sosteniéndolo para las batallas que hay que dar. Que no nos alcanzaron esos 12 años de vuelta a la dignificación. No nos alcanzaron. Que no pudimos reconstruir la organización con esta conciencia y este objetivo que tenían aquellos compañeros de la generación de los 60, los 70. Ahora tenemos que prepararnos para eso. Organizaciones con fuerza, con ambición de poder, pero el poder verdadero y genuino del pueblo, porque acá hay que arrancarles no sólo el resultado electoral, hay que quitarles el poder. ¿De qué manera vamos a garantizar los derechos humanos si no manejamos el sistema financiero, si no manejamos el comercio exterior, si siguen fugando los capitales, si no podemos defender la industria nacional? Para eso necesitamos poder y ese poder debe ser organizado. Por eso desde lo más rico, desde lo más glorioso de nuestra historia y haciendo memoria en nuestros queridos compañeros y compañeras. La memoria es retomar su bandera desde el lugar en que ellos la dejaron y llevarla definitivamente a la victoria. Ése es nuestro desafío y ése es nuestro compromiso.»