N°83- 12 de mayo de 1975. DiarioLa Razón. “Ardid de un Delincuente”. A los pocos días del asesinato de Alfredo hubo un intento de secuestro en plena calle del hijo mayor de Ongaro, Raimundo (Mundi). Para evitarlo comenzó a gritar su identidad y de quien era hijo, logrando que la gente que circulaba lo ayudara a escapar. La versión de la policía fue que se trató del ardid de un delincuente para no ser detenido, versión que el diario toma al pie de la letra. A su vuelta del exilio, ya en democracia, una de las primeras cosas que hizo Mundi fue apersonarse en la redacción de La Razón para protestar y pedir explicaciones por la forma con que trataron su casi secuestro.