El martes 6 de Septiembre se realizó en el auditorio del anexo de la Cámara de Diputados de la Nación, un acto con motivo de conmemorarse el 50 aniversario del cierre de los ingenios tucumanos durante la dictadura de Juan Carlos Onganía.
En él participó nuestro Secretario General Héctor Amichetti, junto al diputado por el Frente para la Victoria Marcelo Santillán, el Secretario General de la FOTIA (trabajadores azucareros) Roberto Palina y otras personalidades de la provincia tucumana.
En su intervención el compañero Amichetti rescató el rol del peronismo en la formación de la FOTIA, las luchas llevadas adelante por esta y la resistencia de los obreros zafreros a los cierres de los ingenios; que costó la vida a muchos trabajadores/as tucumanos como Hilda Guerrero. En estas luchas tuvo un protagonismo importante la CGT de los Argentinos, liderada por nuestro querido Raimundo. Amichetti recordó que el secretario general de la FOTIA Benito Romano (desaparecido por la dictadura en 1976) fue Secretario de Interior de la CGT-A. Finalizó su vibrante discurso señalando que con los mismos argumentos de eficiencia y racionalidad con los que ayer se cerraban los ingenios, hoy se pretende dejar a miles de trabajadores en la calle con el cierre de fuentes de trabajo a través de las importaciones y el tarifazo.
En 1966 se produjo una de las mayores sangrías económicas y laborales de Tucumán. Con el decreto/ley 16.926 se intervinieron siete ingenios que luego se extendieron a 15. Como consecuencia, numerosos pueblos tucumanos languidecieron y desaparecieron. El golpe a la industria azucarera dejó sin trabajo a más de 50.000 empleados de fábrica y unos 10.000 pequeños cañeros fueron excluidos de la actividad. Más de 250.000 tucumanos se vieran obligados a dejar la provincia para buscar nuevos horizontes laborales en Buenos Aires y Rosario.