46 Aniversario del Cordobazo

«15 DÍAS QUE SACUDIERON AL PAÍS»

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Bajo ese título, la edición del periódico de la CGT de los Argentinos inmediatamente posterior al Cordobazo, publicaba una detallada crónica de lo que fueron esos agitados y heroicos días de la segunda quincena del mes de mayo de 1969.

«Los hombres y las mujeres que se han lanzado a las calles en todas las ciudades del país, los que cayeron bajo el plomo asesino, los que son juzgados por tribunales militares, sabían que luchaban contra el hambre y la explotación impuesta por el monopolio extranjero, contra la podredumbre de un régimen y la ineptitud de un gobierno. A ellos no tenemos nada que explicarles; al contrario, son ellos los conductores naturales del proceso que no ha de concluir hasta que el último invasor sea expulsado de la patria».

«Es preciso retroceder medio siglo para rastrear una lucha callejera del pueblo desafiando sin miedo los fusiles, llorando sin lágrimas los caídos… obreros y estudiantes unidos en las barricadas, en la cárcel y en la muerte; niños apedreando a las fuerzas de ocupación».

El apasionante relato nos habla del comedor estudiantil instalado en el local de la CGT de los Argentinos en Corrientes el 13 de mayo; de las movilizaciones en La Plata y Tucumán; del estallido en Rosario el día 21; del centenar de detenidos en Salta el 23; de los actos relámpago en Corrientes, Santa Fe y San Luis durante la celebración del Día de la Patria; de la quema de patrulleros en Tucumán durante esa misma jornada del 25 de mayo; del estallido del Tucumanazo el día 27 con gran número de heridos y detenidos, de las bombas y barricadas con que el pueblo respondía a las balas y gases de la policía y el ejército; el relato culminaba dando cuenta del paro iniciado en Córdoba el día 29 a las 11 de la mañana y de las columnas de obreros, estudiantes, hombres, mujeres y niños que se iban engrosando minuto a minuto mientras marchaban resueltas hacia el centro y hacia los barrios para terminar ocupando toda la ciudad.

Días de heroicas y definitorias luchas, calles regadas con sangre de mártires que jamás debemos olvidar porque son parte de lo mejor de nuestra historia, pertenecen a un ayer que explica la democracia que vivimos hoy.